Como todo sistema religioso, el “Mercado” tiene sus liturgias, sacerdotes, sacrificios, víctimas, templos y fiestas. El “domingo” es día del “señor”, y el shopping se llena de devotos del sistema de la compra-venta. No es difícil reconocer sus apologistas, sus templos y las víctimas. ¿Es difícil ver –por ejemplo– que sacerdotes Con 5 Neuronas quieren sacrificar “menores” en el altar de la seguridad? Hoy –sin embargo– es bueno pensar en las fiestas. En toda celebración se establece una comunión, comunión que nos hace sentir “parte”, parte de un cuerpo, parte de un todo. La Navidad se ha transformado en la gran celebración del Dios mercado, que nos pone en comunión con comidas inusuales y vestimentas extrañas. Y un gran “padre” sonríe y reparte regalos previamente comprados en la gran fiesta de la comunión. En otro lado, quizás lejos, hay un niño, con olor a pañales y la vida amenazada, anticipo de su gran derrota en la cruz romana, hasta que su padre quisiera todavía decir otra palabra de vida. Ese niño, el pesebre, la intemperie, todavía pueden decir una palabra:
La palabra de Dios es pesebre
La palabra de Dios es pesebre,
pone en riesgo la comodidad,
intemperie que hiere el camino
frágil de toda fragilidad;
infancia amenazada de Herodes,
pobreza por aquí y por allá.
La grandeza de Dios se hace niño,
la luz brilla en la oscuridad,
una luz que no es de artificio
sino suave y tenue claridad,
que no ilumina en marquesinas
sino a aquellos que quieran mirar.
No tuvo rating ni fue a la tele,
no hubo aplausos ni publicidad,
los pastores, únicos testigos,
la pobreza de Dios es su plan;
porque si quiere llegar a todos,
por los últimos debe empezar.
En su hijo que nos regala
Dios se hace Padre universal
Madre de todos y de todas
pesebre que busca anidar,
casa de los pobres siempre abierta
mesa tendida con vino y con pan.
Los palacios no entienden nada
se arman y ponen a temblar,
¡matemos al niño!, reclaman
¡la edad de imputabilidad!,
que naciendo entre los pobres muestra
dónde es que Dios nos quiere hablar.
La palabra de Dios es pesebre,
allí lo podremos escuchar,
entre llantos, pañales y risas,
sin trineo ni para jugar,
pobre, nacido entre los pobres,
porque ese siempre es su lugar.
* Padre Eduardo de la Serna
- Publicado el 29/12/2009 en Página 12
miércoles, 31 de diciembre de 2008
viernes, 26 de diciembre de 2008
REUNION DE GRUPO: 27/12
Hermanos, les recordamos que mañana sábado 27 a las 18hs. tendremos la última reunión de grupo del año.
Los esperamos a todos.
Bendiciones.
Los esperamos a todos.
Bendiciones.
domingo, 21 de diciembre de 2008
NAVIDAD...
Herman@s...el blog de la mision queda intervenido desde Costa Rica. Esperamos que dicha intervencion sea para provecho y sirva de inspiracion. Quien escribe, un fiel compañero del grupo.
LA MISTERIOSA TARGETA DE NAVIDAD
Leonardo Boff
La Navidad es la fiesta de los niños y del divino Niño que se esconde dentro de cada adulto. Es enormemente inspiradora la creencia en que Dios se acercó a los seres humanos en forma de niño. Así nadie puede alegar que sólo es un misterio insondable, fascinante por un lado y aterrador por el otro. No. Se aproximó a nosotros en la fragilidad de un recién nacido que lloriquea de frío y busca hambriento el pecho materno. Tenemos que respetar y amar esta forma con la que Dios quiso entrar en nuestro mundo, por la parte de atrás, en una gruta de animales, en una noche oscura y llena de nieve «porque no había lugar para él en las posadas de Belén».
Todavía más consoladora es la idea de que seremos juzgados por un niño y no por un juez severo y escrutador. Lo que un niño quiere es jugar. Forma inmediatamente grupo con todos los demás, pobres, ricos, negros, rubios, de cualquier lugar… Es la inocencia original que todavía no conoce las malicias de la vida adulta.
El divino Niño nos introducirá en el baile celeste y en el banquete que la familia divina del Padre, Hijo y Espíritu Santo prepara para todos sus hijos y para todas sus hijas, sin excluir a los que un día se separaron.
Estaba reflexionando sobre esta realidad bienaventurada cuando un ángel de aquellos que cantaron a los pastores en los campos de Belén se me aproximó espiritualmente y me entregó una tarjeta de Navidad. ¿De quien sería? Empecé a leer. Decía:
«Queridos hermanitos y hermanitas:
Si al mirar el nacimiento y ver allí al Niño Jesús en medio de José y María, junto al buey y la mula, se llenan de fe en que Dios se hizo niño como cualquiera de ustedes;
si consiguen ver en los otros niños y niñas la presencia inefable del niño Jesús, que una vez que nació en Belén ya nunca nos ha dejado solos en el mundo;
si son capaces de hacer renacer el niño escondido en sus padres, en sus tíos y tías y en las otras personas que ustedes conocen para que surja en ellas el amor, la ternura, el cuidado para con todo el mundo, y también para con la naturaleza;
si al mirar el pesebre descubren a Jesús vestido pobremente, casi desnudo, se acuerdan de tantos niños igualmente mal vestidos, y les duele en el fondo del corazón esta situación y pueden compartir lo que ustedes tienen de sobra, y desean cambiar ahora mismo este estado de cosas;
si al ver la vaca, el burrito, las ovejas, las cabras, los perros, los camellos y el elefante en el nacimiento piensan que todo el universo está también iluminado por el divino Niño y que todos hacemos parte de la Gran Casa de Dios;
si miran hacia el cielo y ven la estrella con su cola luminosa y hacen memoria de que siempre hay una estrella como la de Belén sobre ustedes, que los acompaña, los ilumina, y les muestra los mejores caminos;
si recuerdan que los reyes magos, venidos de lejanas tierras, eran en realidad sabios y que todavía hoy representan a los científicos y maestros que consiguen ver en este Niño el sentido secreto de la vida y del universo;
si piensan que este Niño es simultáneamente hombre y Dios, que por ser hombre es su hermano, y que por ser Dios existe una porción de Dios en ustedes, y por esta razón se llenan de alegría y de legítimo orgullo;
si piensan en todo esto, sepan que yo estoy naciendo de nuevo y renovando la Navidad entre ustedes. Estaré siempre cerca, caminando con ustedes, llorando con ustedes y jugando con ustedes, hasta el día en que todos, humanidad y universo, lleguemos a la Casa de Dios, que es Padre y Madre de infinita bondad, para vivir siempre juntos y ser eternamente felices».
Belén, 25 de diciembre del año 1
Firmado: Niño Jesús
Todavía más consoladora es la idea de que seremos juzgados por un niño y no por un juez severo y escrutador. Lo que un niño quiere es jugar. Forma inmediatamente grupo con todos los demás, pobres, ricos, negros, rubios, de cualquier lugar… Es la inocencia original que todavía no conoce las malicias de la vida adulta.
El divino Niño nos introducirá en el baile celeste y en el banquete que la familia divina del Padre, Hijo y Espíritu Santo prepara para todos sus hijos y para todas sus hijas, sin excluir a los que un día se separaron.
Estaba reflexionando sobre esta realidad bienaventurada cuando un ángel de aquellos que cantaron a los pastores en los campos de Belén se me aproximó espiritualmente y me entregó una tarjeta de Navidad. ¿De quien sería? Empecé a leer. Decía:
«Queridos hermanitos y hermanitas:
Si al mirar el nacimiento y ver allí al Niño Jesús en medio de José y María, junto al buey y la mula, se llenan de fe en que Dios se hizo niño como cualquiera de ustedes;
si consiguen ver en los otros niños y niñas la presencia inefable del niño Jesús, que una vez que nació en Belén ya nunca nos ha dejado solos en el mundo;
si son capaces de hacer renacer el niño escondido en sus padres, en sus tíos y tías y en las otras personas que ustedes conocen para que surja en ellas el amor, la ternura, el cuidado para con todo el mundo, y también para con la naturaleza;
si al mirar el pesebre descubren a Jesús vestido pobremente, casi desnudo, se acuerdan de tantos niños igualmente mal vestidos, y les duele en el fondo del corazón esta situación y pueden compartir lo que ustedes tienen de sobra, y desean cambiar ahora mismo este estado de cosas;
si al ver la vaca, el burrito, las ovejas, las cabras, los perros, los camellos y el elefante en el nacimiento piensan que todo el universo está también iluminado por el divino Niño y que todos hacemos parte de la Gran Casa de Dios;
si miran hacia el cielo y ven la estrella con su cola luminosa y hacen memoria de que siempre hay una estrella como la de Belén sobre ustedes, que los acompaña, los ilumina, y les muestra los mejores caminos;
si recuerdan que los reyes magos, venidos de lejanas tierras, eran en realidad sabios y que todavía hoy representan a los científicos y maestros que consiguen ver en este Niño el sentido secreto de la vida y del universo;
si piensan que este Niño es simultáneamente hombre y Dios, que por ser hombre es su hermano, y que por ser Dios existe una porción de Dios en ustedes, y por esta razón se llenan de alegría y de legítimo orgullo;
si piensan en todo esto, sepan que yo estoy naciendo de nuevo y renovando la Navidad entre ustedes. Estaré siempre cerca, caminando con ustedes, llorando con ustedes y jugando con ustedes, hasta el día en que todos, humanidad y universo, lleguemos a la Casa de Dios, que es Padre y Madre de infinita bondad, para vivir siempre juntos y ser eternamente felices».
Belén, 25 de diciembre del año 1
Firmado: Niño Jesús
viernes, 12 de diciembre de 2008
VOLVIMOS!!!
Cómo andan compañeros de camino?
Les dejamos un regalo que nos grabaron los chicos durante su paso por una comunidad aborigen en Bolivia. Les recomendamos visitar la página, LA ESPERANZA PEREGRINA:
Bendiciones para todos y VAMOS POR MAS!!!!
Acá retomando con el blog, después de unos días de descanso, y ANTE EL CLAMOR DEL PUEBLO por el retorno de este humilde espacio.
Noviembre fue un mes muy cargado, con muchas cosas, muchas horas metidas en este blog, asi que esta primera mitad de diciembre no hubo actividad.
Para lo que queda del mes les prometemos una especie de preparación para la navidad, con el objetivo de tener el corazón mas centrado en el NIÑITO que en el 'el gordo noel', las esperadas cartillas misioneras, números 3 y 4.
Por lo pronto, les dejamos un regalito de nuestros compañeros y amigos YIYO y HERMAN, ellos están desde hace 2 meses recorriendo América Latina y nos comparten su camino mediante su blog:
Les dejamos un regalo que nos grabaron los chicos durante su paso por una comunidad aborigen en Bolivia. Les recomendamos visitar la página, LA ESPERANZA PEREGRINA:
Bendiciones para todos y VAMOS POR MAS!!!!
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