miércoles, 4 de junio de 2008

Miércoles Bíblicos #3

Hermanos: les presentamos el miércoles pasado el primero de una serie de reflexiones (breves) sobre el misterio central de nuestra fe: LA PASCUA. Continuamos entonces profundizando ese recorrido de la mano de Juan Masiá Clavel SJ

SOBRE LAS APARICIONES – La presencia del Resucitado


I - El Cenáculo no es el Tenorio(*)
“Estando atrancadas las puertas, llegó Jesús”, dice el evangelio según Juan (20,19), pero el Resucitado no se filtró por las paredes, sino “haciéndose presente en el centro” (en griego: ”este eis to meson”).
Lo escenificaron maravillosamente los niños y niñas japoneses del jardín de la infancia. Makoto es un niño de cinco años (Mako-chan, para los de casa). Hizo el papel de Jesús en las apariciones. Taró hizo de Tomás, porque quería meter el dedo en el costado y hacer cosquillas a Mako. Hiroshi hizo de Pedro, porque era el que “mandaba más” y Hiroshi es un mandón.
Lee la profesora el texto entre bastidores: “Y Jesús llegó...” Pero Mako no aparece, se ha perdido, ¿dónde se ha metido el niño que tiene que hacer de Jesús? Resulta que estaba en medio de todos, pero cubierta la cara con un abanico japonés traslúcido. Se descubre y grita feliz: “¡Aquí estoy! ¡Estoy vivo!”. “
¿Por dónde ha entrado, si están las puertas cerradas?¿Es que atravesó las paredes?”, repiten a coro las encantadoras mellizas, Michiko y Teruko. “No, dice Mako-chan. Estaba aquí todo el rato, pero no se dieron cuenta”.
Felicité a la catequista. Yoshie es una pedagoga excelente. Le ha hecho ensayar a su parvulado lo esencial del versículo 19 del capítulo 20 de Juan: El Resucitado no se filtra por las paredes (como decían los catecismos pre-críticos inventándose propiedes de cuerpos gloriosos...). El Cenáculo no es el Tenorio. Jesús Vivo, con la vida verdadera más allá de la muerte, estaba con ellos y ellas allí. Está presente desde el principio en medio de la comunidad vivificada por su Espíritu, pero sólo se le ve con los ojos de la fe.
En la homilía, pregunté a los niños y niñas en el primer banco: “Si Pedro y Tomás hubieran tenido teéfonos móviles, ¿habría salido el Resucitado en la foto?” “No, contestaron a coro”, bien aleccionados por Yoshie. Algunas personas mayores titubearon y hubo que tranquilizarlas con hermenéutica (sus entendederas llegaban menos que las de los niños bien catequizados por Yoshie).
Les hablé en la homilía de los “ojos de la fe” (en japonés, kokoro no me) y los ojos corporales (en japonés, nikugan, es decir, ojos de carne). Y oramos para que se nos abran los ojos de la fe (Efesios 1,18), para que confesemos en el Credo nuestra fe en Jesús Resucitado, que vive para siempre y garantiza que viviremos para siempre “por Él, con Él y en ÉL”.

“Todo eso muy bien (dirán muchos incorregiblemente recalcitrantes al leer el comentario), pero yo quiero saber cómo se hace presente el Resucitado”, Pues de cinco maneras distintas que explico a continuación en la parte siguiente.

II - Ascendió a los cielos... para llenarlo todo
No hay que esperar cuarenta días ni cincuenta. Muerte, Resurrección, Ascensión y Pentecostés... todo ocurre en el mismo momento, aunque al escenificarlo simbólico-narrativamente se alargue en el tiempo. Para el evangelista Juan el momento de la lanzada en el costado es la entrega y el envío del Espíritu.
Para quienes creemos que Jesús vive y confesamos a diario en el Credo la fe en su victoria sobre la muerte (que garantiza también la nuestra) es muy importante prestar atención a las diversas maneras de hacerse presente el resucitado en la actualidad de nuestras vidas cotidianas.
.¿Cómo está presente el Resucitado en la comunidad reunida por su Espíritu (la que prolonga su cuerpo y sustituye al templo)? De cinco maneras distintas, tal como lo expresan los cinco lenguajes en torno al símbolo de la Ascensión: 1)Está arriba, 2) está a la derecha, 3) está delante, 4)está al lado, 5) está en todo.
1)Está arriba: Lenguaje simbólico apocalíptico de victoria, “elevación” o “exaltación” (Lc 24,51).
2) Está a la derecha: Lenguaje simbólico de juicio escatológico, “a la derecha del Padre”, desde allí vendrá a juzgar (Act 1,11).
3) Está delante: Lenguaje simbólico del encuentro con Él en la praxis cotidiana, en Galilea le encontrarán (Mc 16, 7).
4) Está al lado: Lenguaje simbólico de su presencia en la comunidad enviada en misión, todos los días hasta el final (Mt 28, 19-20)

5) Está en todo, llenándolo todo, lo es todo en todo: Lenguaje simbólico místico-cósmico: está en todo, ascendió “para llenarlo todo” (en griego: ina pleróse ta panta (Ef 4,10)). Este quinto lenguaje es el más maduro, propio de la fe adulta, más allá de la magia, capaz de desmitificar, y de juntar mística y crítica (Ver el post en el blog “Atrio” sobre mística y crítica). http://blogs.periodistadigital.com/vivirypensarenlafrontera.php


(*) Don Juan Tenorio es un drama religioso-fantástico publicado en 1844, tradicional en la cultura española

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