Último relato-testimonio sobre los lugares de misión. Hoy nos toca Aguas Verdes, uno de los lugares con mas camino andado a lo largo de todos estos años. Nos comparten su experiencia Nacho y Luciana, dos de los jóvenes (siempre van a ser jóvenes estos??) emblemáticos de la comunidad y de este camino misionero. Gracias chicos por sus palabras tan profundas y llenas de Dios!!!.
Acá resumimos lo que Dios grita en Aguas Verdes:
“FELICES LOS POBRES, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS”
Aguas Verdes es un paraje ubicado en el nor-este de Salta, a unas 10 hs de Aguaray y cerca de la frontera con Bolivia y con Formosa. La referencia de este paraje es la escuela-albergue del mismo nombre. Los casi 70 chicos que asisten, tienen que recorrer entre 4 y 16 km para llegar desde sus casas, algunos lo hacen caminando y otros en bicicleta. Por este motivo y por el comedor escolar, es que la gran mayoría de ellos vive en la escuela hasta el viernes cuando retornan a sus hogares para pasar el fin de semana.
Hasta el año pasado la escuela no contaba con agua potable ni electricidad. El agua que disponen la obtienen de estanques naturales que se llenan con la crecida del Río Pilcomayo en verano y hacen las veces de cisternas para sobrevivir el seco invierno. También hay grandes tanques que juntan el agua de lluvia que cae sobre los techos de la escuela, y ocasionalmente son llenados por la municipalidad de Santa Victoria. De esos dos sitios se abastecen de agua para el consumo, aseo y cocina. Es terrible y difícil de imaginar como se puede sobrevivir sin agua en un lugar en donde en invierno la temperatura puede alcanzar fácilmente los 32°...
Hace 2 años, se instalaron paneles solares con los cuales se podía iluminar la escuela y alimentar una bomba que sacaba agua salada. Obviamente poco duraron en funcionamiento y mucho demoro su reparación. Según lo que nos comentaron los maestros este año los paneles están funcionando, por lo que en algunos sectores de la escuela hay electricidad.
La tierra, es extremadamente árida, arcillosa e improductiva. Tiene la consistencia del talco, por lo que no es apta para el cultivo. La única vegetación son arbustos bajos y espinosos, por lo que la sombra no abunda y las espinas hacen muy difícil el andar en bicicleta.
Los misioneros que llegan año a año desde el 2002, se alojan en la escuela y desde ahí se intenta visitar a la mayor cantidad de casas posible, a veces se hace caminando y otras en bicicletas que nos prestan los chicos de la escuela. Es fundamental salir con un equipo para emparchar las ruedas ya que las espinas escondidas en el polvo del camino nos juegan una mala pasada. Es obligado el paso por la casa de Fidela, ella es la cocinera de la escuela, todos los años nos espera con empanadas o tortas fritas y nos malcría como nuestra mamá.
Al llegar a casas a las que no habíamos llegado años atrás, la gente nos comparte que espera nuestra visita desde el primer año en que escucharon por radio que un grupo de misioneros visitaría el lugar(y quizás la visita se concretó luego de 3 años o mas), otros sorprendidos nos comentan que no esperaban nuestra llegada ya que viven hasta a 16km de la escuela por lo que su alegría, al igual que la nuestra, es aun mayor.
La gran mayoría son católicos y hay algunos Evangélicos.
Desde el comienzo del grupo misionero, se intento centralizar la misión en el encuentro gratuito, cara a cara con el hermano sin mas excusa que el mismo Dios. El mismo Jesús que nos envía es quien pone las palabras en nuestra boca a la hora de visitar las casas, de charlar con los maestros, de jugar con los niños y también, por que no, a la hora de compartir lo vivido durante el día en la propia fraternidad. El se vale de cansancios, debilidades, sufrimientos, pan, leyendas populares, danzas, cantos, fogones, culturas, caminos... pero sobre todo, de la Historia, la de ellos y la nuestra, que, una vez al año, se encuentran, pero en realidad están entrelazadas para siempre desde Noviembre de 2000.
Fundamentalmente, nuestro Padre nos grita su Generosidad, su Entrega, su Alegría, su Confianza, su Calidez, su Sencillez...Su Evangelio, en el seno de cada una de las familias que hace, día a día, de Aguas Verdes, su HOGAR.
“FELICES LOS POBRES, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS”
Aguas Verdes es un paraje ubicado en el nor-este de Salta, a unas 10 hs de Aguaray y cerca de la frontera con Bolivia y con Formosa. La referencia de este paraje es la escuela-albergue del mismo nombre. Los casi 70 chicos que asisten, tienen que recorrer entre 4 y 16 km para llegar desde sus casas, algunos lo hacen caminando y otros en bicicleta. Por este motivo y por el comedor escolar, es que la gran mayoría de ellos vive en la escuela hasta el viernes cuando retornan a sus hogares para pasar el fin de semana.
Hasta el año pasado la escuela no contaba con agua potable ni electricidad. El agua que disponen la obtienen de estanques naturales que se llenan con la crecida del Río Pilcomayo en verano y hacen las veces de cisternas para sobrevivir el seco invierno. También hay grandes tanques que juntan el agua de lluvia que cae sobre los techos de la escuela, y ocasionalmente son llenados por la municipalidad de Santa Victoria. De esos dos sitios se abastecen de agua para el consumo, aseo y cocina. Es terrible y difícil de imaginar como se puede sobrevivir sin agua en un lugar en donde en invierno la temperatura puede alcanzar fácilmente los 32°...
Hace 2 años, se instalaron paneles solares con los cuales se podía iluminar la escuela y alimentar una bomba que sacaba agua salada. Obviamente poco duraron en funcionamiento y mucho demoro su reparación. Según lo que nos comentaron los maestros este año los paneles están funcionando, por lo que en algunos sectores de la escuela hay electricidad.
La tierra, es extremadamente árida, arcillosa e improductiva. Tiene la consistencia del talco, por lo que no es apta para el cultivo. La única vegetación son arbustos bajos y espinosos, por lo que la sombra no abunda y las espinas hacen muy difícil el andar en bicicleta.
Los misioneros que llegan año a año desde el 2002, se alojan en la escuela y desde ahí se intenta visitar a la mayor cantidad de casas posible, a veces se hace caminando y otras en bicicletas que nos prestan los chicos de la escuela. Es fundamental salir con un equipo para emparchar las ruedas ya que las espinas escondidas en el polvo del camino nos juegan una mala pasada. Es obligado el paso por la casa de Fidela, ella es la cocinera de la escuela, todos los años nos espera con empanadas o tortas fritas y nos malcría como nuestra mamá.
Al llegar a casas a las que no habíamos llegado años atrás, la gente nos comparte que espera nuestra visita desde el primer año en que escucharon por radio que un grupo de misioneros visitaría el lugar(y quizás la visita se concretó luego de 3 años o mas), otros sorprendidos nos comentan que no esperaban nuestra llegada ya que viven hasta a 16km de la escuela por lo que su alegría, al igual que la nuestra, es aun mayor.
La gran mayoría son católicos y hay algunos Evangélicos.
Desde el comienzo del grupo misionero, se intento centralizar la misión en el encuentro gratuito, cara a cara con el hermano sin mas excusa que el mismo Dios. El mismo Jesús que nos envía es quien pone las palabras en nuestra boca a la hora de visitar las casas, de charlar con los maestros, de jugar con los niños y también, por que no, a la hora de compartir lo vivido durante el día en la propia fraternidad. El se vale de cansancios, debilidades, sufrimientos, pan, leyendas populares, danzas, cantos, fogones, culturas, caminos... pero sobre todo, de la Historia, la de ellos y la nuestra, que, una vez al año, se encuentran, pero en realidad están entrelazadas para siempre desde Noviembre de 2000.
Fundamentalmente, nuestro Padre nos grita su Generosidad, su Entrega, su Alegría, su Confianza, su Calidez, su Sencillez...Su Evangelio, en el seno de cada una de las familias que hace, día a día, de Aguas Verdes, su HOGAR.
Luciana y Nacho
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